Una de las tendencias del marketing actual es la denominada: “militancia de marca”. Consiste en convertir una marca en una marca militante, apoyando activamente una causa o un movimiento político. La militancia de marca va un paso más allá que la comunidad de marca.
Vivimos en una época de crispación e hipersensibilidad donde los medios de comunicación y las instituciones han perdido cierta credibilidad por parte de la audiencia, rechazando, cada día más, aquello que debería representarles.
El mundo digital y las redes sociales han facilitado el surgimiento de movimientos sociales con el suficiente poder como para ejercer presión sobre la sociedad y sobre las marcas.
Recientemente han surgido movimientos como por ejemplo: el #blackLivesMatter que agitó a Estados Unidos y al mundo entero. También han aparecido otros a raíz de cambios sociales como: el feminismo, la pandemia o la lucha por los derechos LGTBI.
Como consecuencia, los consumidores han exigido a las marcas que se posicionen y puedan así, buscar aquellas que sean un complemento a su identidad, que reflejen sus valores y sus principios.
Hasta ahora, la mayor parte de las compañías se posicionaban de la forma más neutral posible alejándose de temas controvertidos que a priori no les corresponden. Hoy en día, cada vez más marcas se dan cuenta de que posicionarse es clave para conservar la fidelidad de sus clientes.
Pongamos el ejemplo de Nike. Utilizó como imagen de su campaña el momento en el que Colin Kaepernick se arrodilló en un partido de la NFL durante el himno nacional para denunciar el racismo contra los afroamericanos. El lanzamiento de esta campaña tuvo gran repercusión y en un primer momento hizo que las acciones de Nike cayesen. Pocos días después, sus ventas online habían aumentado un 31%.
Está claro que el posicionamiento de una marca no va a gustar a todos, igual que las personas no gustamos a todos. Pero en los tiempos que vivimos, con tantas opciones entre las que escoger, nos volvemos más exigentes y no solo adquirimos un producto o un servicio, compramos un estilo de vida, unos valores, una comunidad que luche por nuestros ideales.